jueves, 3 de septiembre de 2015

Seleccionar nuestros indicadores ambientales



Después de un corto periodo vacacional, vuelvo a atender el blog con el que tengo la oportunidad de exponer algunas ideas o comentarios que considero podrían ser de utilidad en el objetivo en el que estamos comprometidos, que no es otro que el de conseguir facilitar a las organizaciones el proceso hacia la sostenibilidad.

En este objetivo, como ya hemos tenido ocasión de comentar, en el ámbito de las organizaciones considero que es básico el disponer de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA), el cual, como componente e integrante del sistema general de gestión de la organización, aporte los criterios para encauzar, medir y evaluar el funcionamiento de la misma, con el que asegurar que sus operaciones se lleven a cabo de forma alineada con la reglamentación ambiental aplicable y la política corporativa definida internamente.

Como todo sistema de gestión, los Sistemas de Gestión Ambiental no consiguen por sí mismos una disminución inmediata del impacto ambiental de las organizaciones, sino que son instrumentos que posibilitan a las mismas la consecución del nivel ambiental que ellas deseen.

Es decir, la mejora del comportamiento ambiental, es el fin; en tanto que los Sistemas de Gestión Ambiental son el medio para conseguirlo.

En este entorno, un elemento fundamental de los SGA es el correspondiente a la forma de valorar la situación real en el que la empresa se encuentra, para lo cual se hace preciso interpretar las informaciones y datos de que se disponga, pero ejerciendo sobre ella un control efectivo que permita resumir los datos existentes y apoyar de esta forma a los directivos en su toma de decisiones. Escenario en el que asumen un gran protagonismo los denominados Indicadores Ambientales, que no son más que información simplificada y cuantificada que ayudan a explicar cómo cambian las cosas a lo largo del tiempo o del espacio.

Si bien en el ámbito de las auditorías internas operativas son de uso frecuente los denominados KRI´s, indicadores de riesgos clave por su siglas en inglés, o los KPI´s, para los indicadores claves de desempeño, en la actividad ambiental se utilizan los denominados Indicadores Ambientales, los cuales deben sintetizar la información disponible en las Organizaciones en un grupo de ratios representativos de los aspectos más significativos  de estas, ayudándolas a gestionar, cuantificar y comunicar a las partes interesadas, su comportamiento ambiental, permitiendo establecer objetivos medioambientales cuantificables que pueden utilizarse para medir el éxito o fracaso de las actuaciones que hayamos efectuado

Pero ¿Qué Indicadores Ambientales deben implantar las organizaciones?

Pues bien, la respuesta no es sencilla. Ya que esto dependerá de muchos factores, como son, el tipo de organización al que nos refiramos, la localización geográfica de la misma, o los impactos ambientales derivados de su actividad.

En este contexto las organizaciones deberían seleccionar aquellos indicadores ambientales que resulten más relevantes para su actividad, para lo cual deberemos hacernos una serie de preguntas para determinar aquellos que vayamos a emplear y calcular.

Como se ha comentado al principio del artículo, el SGA, como Sistema de Gestión Empresarial que es,  ha de estar basado en un ciclo de mejora continua, en el que, año tras año, se vaya incrementando el nivel de exigencias que debamos requerirle.

No obstante lo anterior, cuando una empresa está dando sus primeros pasos, en su largo, pero satisfactorio camino hacia la sostenibilidad, es muy probable que surjan algunas preguntas respecto de los indicadores ambientales que podríamos emplear. Como por ejemplo las que a continuación se señalan:

¿Cuál es la magnitud del impacto sobre el medio que entendemos razonable?
¿Qué esfuerzo supondrá conseguir los datos?
¿Cuál será la fiabilidad de los datos?
¿Servirán para implantar o mejorar planes de acción a corto o largo plazo?
¿Serán comparable a lo largo del tiempo?
¿Qué aspectos son importantes en mi área de actuación y de impacto?

Atendiendo a lo que señalan los expertos en estos temas, lo que debemos tener muy presente para poder contestar estos interrogantes, es que un paso previo en el establecimiento de los indicadores ambientales es hacer el inventario de los problemas ambientales de nuestro entorno.

Para ello podemos utilizar varias herramientas existentes actualmente, como por ejemplo el Environmental Performance Index, que nos ofrece información detallada por país en temas relacionados con la vitalidad de los ecosistemas (Biodiversidad, agua, cambio climático…) y la salud ambiental (Calidad del aire, impactos sobre la salud…)

Así pues las organizaciones deberían empezar por conocer dónde se ve más afectado el medioambiente por sus actividades y qué efectos causan. Basándose en esta información, los primeros indicadores ambientales se deben seleccionar e integrar en un sistema, donde se tengan en cuenta consideraciones internas y externas, comparándose entre ellas.

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